Investigación: Los votantes castigan a los alcaldes con malos resultados en educación
Una reciente investigación basada en un experimento a gran escala destaca que cuando la gente no espera los resultados negativos, ellos podrían afectar aún más la votación del alcalde en ejercicio. Se enviaron cartas con los resultados de la educación municipal en el período del alcalde que iba a la reelección a más de cien mil votantes de mesas electorales elegidas al azar.
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Los votantes castigan a los alcaldes por sus malos resultados educativos, no votando por ellos para su reelección al municipio. Esta es la principal primicia de la reciente investigación llamada Castigar a los alcaldes que no pasan la prueba: ¿Cómo responden los votantes a la información sobre los resultados educativos?” trabajo que fue elaborado por la profesora de la Escuela Loreto Cox, junto a Sylvia Eyzaguirre (CEP), Francisco Gallego (Economía UC) y Maximiliano García, y que hoy se encuentra publicada en uno de los jornals top a nivel mundial: Journal of Development Economics.
“Nuestra primera conclusión sugiere que la información sí importa y que hay un impacto causal al entregar información. Es decir, informar sobre un desempeño relativamente deficiente afecta la participación, lo que se traduce en menos votos para el incumbente”, señala la profesora Loreto Cox. Esto es especialmente fuerte cuando los malos resultados educativos son una sorpresa para los votantes, en el sentido que no los esperaban.
“Los resultados implican que quienes son incumbentes tienden a tener incentivos para mejorar el desempeño educativo de las escuelas que manejan en sus comunas y evitar “catástrofes” (o sea que les vaya muy mal). Esto también pone incentivos a candidaturas que desafían a quienes son incumbentes a dar a conocer esta información de modo simple a quienes votan”, explicó el investigador de este estudio, y profesor de Economía UC, Francisco Gallego.
En 2016, la educación era la cuarta prioridad para la opinión pública del país según la Encuesta CEP, y a nivel local ocupaba el tercer lugar de las prioridades de un alcalde después de la salud y la prevención del delito. Educación es un área donde, además, el país cuenta con datos detallados que son públicos, y donde a la fecha del estudio (2016) la responsabilidad por la educación recaía claramente en el alcalde. “La prioridad otorgada a las escuelas municipales revela que los ciudadanos ya saben que éstas son responsabilidad del alcalde, aunque desconozcan su desempeño”, explicó Sylvia Eyzaguirre, investigadora del Centro de Estudios Públicos (CEP).
Dificultades en la extracción de los datos
Francisco Gallego señala que hubo dos planos de dificultades para desarrollar esta investigación: una sustantiva y otra de implementación.
“Quienes operan en el mundo político son reticentes a que la gente que vota conozca este tipo de información con detalles. Nuestro paper usó un tipo de intervención estándar en la literatura, tuvo aprobaciones de dos comités de ética (de MIT y de la UC) y era una intervención que sólo usaba información pública que se ordenaba y se entregaba de modo más simple a quienes votaban. Este sólo hecho provocó reclamos a nuestro experimento de gente del mundo involucrada en las elecciones”, explica el académico.
Respecto a la segunda dificultad en tanto, refiere a que el experimento fue de grandes dimensiones, con casi 130.000 personas intervenidas en 59 comunas, lo que conllevaba imprimir gran cantidad de cartas que se enviaron en formato físico. También se trabajó en un mensaje que fuera muy claro y que motivara a respuestas sin inducir en sesgos.
Cabe señalar que no toda la información tuvo el mismo resultado. Los buenos resultados o las buenas noticias no tendrían mayores efectos en el apoyo a la elección en este ámbito, consistente con mucha investigación que muestra que la gente reacciona más ante la información negativa. También importa cuál es el punto de referencia; en este caso, comparar con resultados municipales promedio tuvo más efecto que comparar con las comunas con mejores resultados. “Entonces, conocer cuál es la información relevante para los votantes y cómo entregarla es clave”, explica Loreto Cox.
Los datos muestran que los alcaldes que lo hacen bien en educación tienden a hacerlo bien en otras dimensiones. Así, para los autores, lo importante es que entregar información puede ayudar a que se elijan alcaldes que gestionan mejor en general. Al mismo tiempo, la información contribuye también, indirectamente a mejorar la educación.