Nelly León en Escuela de Gobierno UC: “La cárcel no es un tema para Chile”

28 de Agosto 2018

La capellana de la cárcel de mujeres contó sus años trabajando por las mujeres más vulnerables de nuestro país y reconoció el poder de las organizaciones civiles para promover políticas públicas que permitan integrarlas socialmente.

“Queremos que la cárcel se convierta en la escuela de la inclusión social” es uno de los grandes anhelos que la Hermana y capellana de la cárcel de mujeres de Santiago, Nelly León comentó en su charla “En Chile se encarcela la pobreza”, nombre atribuido a su frase célebre luego que la pronunciara frente al Papa Francisco en su visita a este lugar penitenciario. La religiosa ha trabajado cerca de 20 años en cárceles de mujeres, y 13 años específicamente en la de Santiago.

“Todo lo que yo estoy hablándoles aquí es a través de mi experiencia, yo no tengo estudios, les hablo desde el corazón y la guata” quiso aclarar Nelly León ante los cerca de 100 asistentes a la charla organizada por la Escuela de Gobierno UC y el profesor Kenzo Asahi en el contexto del curso “Segregación y Desigualdad en la Ciudad” que dicta junto a Slaven Razmilic.

“Cuando yo le digo al Papa que en Chile se encarcela la pobreza, es porque pienso en tres niveles de pobreza”, explicó la capellana de la cárcel de mujeres, y por ello se refirió a la pobreza material como la falta de objetos o de no tener comida; la pobreza moral, cuando se nos enseña lo que es bueno o malo; y la pobreza espiritual, que es el no dar el significado de lo que pasa a una cosa desde la trascendencia. Insistió en que, “el tema de la cárcel no es un tema para Chile”, explicando que por primera vez vio a autoridades nacionales y comunales en el recinto penitenciario tras la visita del Papa a Chile. “Los muros de una cárcel son altos, no necesariamente para que los presos se fuguen, sino que para esconder una realidad que no queremos ver”, recordó una de las frases que se repiten constantemente en el lugar.

El profesor Kenzo Asahi indicó que “la hermana Nelly nos ayuda a ponerle rostro a la exclusión.Desde la academia muchas veces nos centramos en buscar evidencia haciendo análisis cuantitativo en temas como la segregación y la desigualdad. El testimonio de Nelly nos ayuda a ponerle rostro a las faltas de oportunidades que enfrenta una gran proporción de nuestros compatriotas”. La religiosa hizo un llamado a la sociedad para que “tengamos un efecto multiplicador. Hoy, por ejemplo, hablamos de la cárcel”, y a no ser indiferente a estos problemas, motivando a los estudiantes a tener un “sentido de justicia”.

Políticas Públicas

Su foco es y será las mujeres privadas de libertad, algo que recalcó fuertemente la capellana de la cárcel de mujeres. Siente que el rol que dejan de cumplir a nivel familiar y social por estar encarceladas es muy castigado por el país, “somos muy duros con la gente privada de libertad. Hablen y opinen cuando conozcan, no desde el desconocimiento”, desafió a la audiencia. Explicó que existen pocos programas de Gobierno para apoyarlas, sobre todo en temas de reinserción y, más específicamente, integración social.

Son cerca de 117 millones de pesos los que necesita anualmente para poner en marcha la fundación Mujer Levántate, y aún existen temas pendientes y relevantes a considerar. Hoy está liderando un proyecto de seguridad pública a través de su organización, gracias a un convenio firmado con empresarios, organizaciones sociales y el Estado, que permite apoyar el proceso pos penitenciario y continuar el acompañamiento a las mujeres. Una de las tareas, enfatiza, es que esto tenga una visión de Estado y que no basta con las iniciativas particulares.

“El Estado, a través del ministerio de Justicia, debe hacerse cargo de estos programas, y que invierta a través de las ONG o fundaciones para que esto llegue a ser realmente una política, para que las mujeres no vuelvan al mismo espacio porque o sino es muy difícil romper el círculo”, explicó la religiosa, haciendo hincapié en que esos fondos no debiesen ir directamente a gendarmería. Sobre este último punto, considera que para un grupo de más de 600 mujeres privadas de libertad es reducido el equipo técnico de gendarmería y profesionales para atenderlas. Criticó los procesos por los cuales deben pasar para conseguir beneficios sociales, “dicen que 700 mil pesos es lo que equivale al gasto por un preso, pero de eso solo un 4% se destina a la reinserción, porque el resto se va al aparato de gendarmería, por lo que a las organizaciones les llega muy poco”.

La Hermana Nelly terminó su charla preguntándole a la audiencia, “¿Ustedes han estado enamorados? Esa misma sensación la siento yo, un ardor en mi corazón por hacer algo. Estar todo el día en función de otro. Llego a mi casa a rezar y le agradezco al Señor por tener la salud y vida por seguir haciendo esto”.