[Participación del profesor Osvaldo Larrañaga] Chile se prepara para una nueva forma de medir la pobreza: Comisión Asesora propone actualización en metodología oficial 

9 de Julio 2025

Las propuestas son para actualizar la medición de la pobreza por ingreso y multidimensional en Chile. La Comisión -presidida por el profesor de la Escuela de Gobierno UC, Osvaldo Larrañaga- sugiere implementar los nuevos criterios con la Casen 2024.  

Santiago, julio de 2025 – Tras más de un año de trabajo, la Comisión Asesora Presidencial de para la Actualización de la Medición de la Pobreza entregó al Ejecutivo su informe final, con propuestas para modernizar la forma en que Chile mide la pobreza. El objetivo consistió en que los instrumentos actuales reflejen de manera más precisa y actualizada las condiciones reales de los hogares y el nivel de desarrollo del país. 

El profesor de la Escuela de Gobierno UC, Osvaldo Larrañaga, presidió dicha comisión. “La medición de la pobreza y de otros problemas sociales es crucial para la política pública. Lo que no se mide no se conoce, y lo que no se conoce no se puede mejorar” reflexiona el académico. 

La Comisión, constituida en diciembre de 2023, estuvo compuesta por 10 especialistas de diversas áreas y pensamiento político, quienes trabajaron de forma ad honorem entre enero de 2024 y mayo de 2025. Su labor incluyó el trabajo en subcomisiones temáticas, audiencias ciudadanas y la revisión de evidencia nacional e internacional. 

“El trabajo fue arduo, pero en un ambiente de mucho compromiso y de generosidad para llegar a acuerdos por parte de los integrantes de comisión. Ello le da fuerza a las propuestas que se formularon, las que ahora deben ser revisadas y refrendadas por las autoridades de gobierno, dado el carácter asesor y no vinculante de la comisión”, señala. 

Entrega del Informe. Presidente Gabriel Boric, junto a la ministra de Desarrollo Social y Familia, Javiera Toro, y la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete.

Propuestas en medición de la pobreza por ingresos 

Desde 1987, Chile ha utilizado una metodología basada en el costo de una canasta básica de bienes y servicios. Esta línea de pobreza define un umbral de ingresos bajo el cual se considera que un hogar está en situación de pobreza.  

Uno de los cambios más significativos ocurrió en 2013, cuando la actualización de la metodología duplicó la tasa de pobreza. Hoy, la Comisión propone avanzar aún más, con una serie de actualizaciones que buscan responder a las condiciones actuales del país. 

La Comisión identificó tres limitaciones clave: una canasta alimentaria centrada solo en requerimientos calóricos, el uso del alquiler imputado como ingreso (una fuente de recursos no monetario que no refleja liquidez real), y la utilización de datos desactualizados de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF). 

A su vez, comparaciones internacionales muestran que Chile presenta una baja tasa oficial de pobreza monetaria frente a países como Canadá o EE.UU., no porque exista menor pobreza, sino porque estos países utilizan líneas de pobreza más altas, en coherencia con su mayor nivel de desarrollo (Gráfico 1). 

Entre las propuestas más relevantes destaca la creación de una nueva canasta alimentaria saludable, basada en las guías del Ministerio de Salud. Esta medida busca corregir distorsiones presentes en la actual medición, donde la norma estaba basada en un mínimo de calorías, cuando el problema en el país no es un déficit, sino un exceso de calorías en alimentos de mala calidad. La propuesta plantea reducir en un 50% la presencia de alimentos ultra-procesados, como una transición hacia hábitos más sanos, reemplazando así el actual enfoque basado en el conteo calórico. 

También se propone eliminar el alquiler imputado como ingreso y, en su lugar, establecer dos líneas de pobreza diferenciadas, según si el hogar paga arriendo o no. Esto permitiría reflejar de manera más transparente la realidad económica de los hogares. 

Finalmente, se sugiere utilizar la EPF 8 (2016–2017), ajustada por inflación, para actualizar la línea de pobreza, ya que la EPF 9 se vio fuertemente influenciada por los retiros de fondos y ayudas excepcionales durante la pandemia. 

“Los procesos de actualización de la medición de pobreza resultan, por lo general, en incrementos de la línea de pobreza y de la tasa de pobreza, puesto que introducen estándares más exigentes, conforme se desarrollan los países y evolucionan los juicios morales respecto de los mínimos sociales que deben alcanzar hogares y personas”, explicó Larrañaga. 

Hacia una pobreza multidimensional más robusta 

Desde 2013, Chile mide también la pobreza multidimensional, que considera privaciones en cinco áreas: educación, salud, trabajo y seguridad social, vivienda, y redes y cohesión social

Actualmente, el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) incluye 15 indicadores. La Comisión propone ampliarlos a 20, asignando igual peso a cada dimensión, y con nuevos indicadores como: 

  • Educación: aprendizajes efectivos (SIMCE) 
  • Salud: inseguridad alimentaria y asistencia a controles preventivos 
  • Trabajo: impedimentos para trabajar o estudiar por tareas de cuidado 
  • Vivienda: gasto excesivo en arriendo o dividendo 
  • Redes: acceso a internet y dispositivos digitales 

Propuesta innovadora: la pobreza severa 

Entre las nuevas propuestas destaca una medición de pobreza severa, entendida como la intersección entre pobreza por ingresos y pobreza multidimensional. Es decir, hogares que no solo carecen de ingresos suficientes, sino que también enfrentan múltiples carencias en áreas esenciales del bienestar. 

Una mirada más integral: medición de la vulnerabilidad 

La Comisión recomienda complementar las estadísticas oficiales con mediciones de la vulnerabilidad a la pobreza. Este último mide el riesgo de caer en pobreza ante eventos como el desempleo o enfermedades, lo que permitiría al Estado diseñar políticas preventivas más efectivas. 

También se sugiere avanzar en el uso de registros administrativos y datos georreferenciados para complementar la información de las fuentes actuales, como la Encuesta Casen y la Encuesta de Presupuestos Familiares. 

Las propuestas entregadas por la Comisión son de carácter asesor y no vinculante, según explica el profesor de la Escuela de Gobierno. Su implementación dependerá ahora del análisis y decisión de las autoridades. “La tasa de pobreza que resulte de las propuestas de la Comisión dependerá, en definitiva, de las opciones que se elijan en los organismos del Estado para actualizar la medición de la pobreza en el país. Se recomienda que las nuevas medidas se apliquen con la publicación de los resultados de la Casen 2024”. 

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