Senador Lagos Weber y descentralización: “Esto es un cambio histórico en Chile, pero no está internalizado lo que vaya a ocurrir”

29 de Noviembre 2018

En la Escuela de Gobierno UC, el parlamentario se refirió al actual proceso de descentralización. Si bien no es crítico de las elecciones de intendentes, mantiene dudas respecto a la relación con la nueva figura del delegado presidencial y el Gobierno, y cómo se configura el presupuesto regional. “No es el momento para discutir tributos regionales”, enfatizó.

El actual senador por Valparaíso (Costa), Ricardo Lagos Weber, fue parte de las charlas de la Escuela de Gobierno UC, en vista del actual debate en torno a la descentralización y fortalecimiento de las regiones, tras ser aprobada la moción que permite elegir por votación popular a Gobernadores Regionales en vez de Intendentes.

En el curso Política de las Políticas Públicas del magíster de Políticas Públicas de la escuela, el senador fue presentado como el parlamentario que más ha impulsado el tema de la descentralización. “Chile es un país centralista”, fue una de las primeras frases que lanzó en la charla. La principal causa se debe, según explicó, a cómo se decide la asignación de los recursos a las regiones y sobre todo las facultades administrativas de los territorios.

“Una de las clases fue sobre descentralización. Estudiamos la teoría, distinguimos tres tipos de descentralización -política, administrativa y fiscal- y luego discutimos las ventajas teóricas de la descentralización, pero también los problemas que se podían generar -y de hecho los resultados adversos que se podían tener- en contexto institucionales, con instituciones débiles que es muy típico de los países en desarrollo”, explicó el profesor Diego Díaz.

Respecto a los avances tras definir por votación a los Gobernadores Regionales, el senadro señaló que hubiese sido un contrasentido votar en contra de esa idea y que, “fue un cambio histórico, cualitativo, casi copernicano si se podría decir, y que marcará un precedente para las regiones”, agregando que se aprobó una legislación en que se asigna y se dará atribución y competencias a los gobiernos regionales.

Sin embargo, asoman algunas preocupaciones, como la elección de la nueva autoridad y su relación con el poder central, la cual saldrá electa luego de sacar una mayoría de un 40% de los sufragios válidamente emitidos.

El senador reflexiona sobre cómo conversará la nueva figura de Delegado Presidencial con el Gobernador Regional. “¿Hasta dónde son sus competencias? ¿Y cuáles son los recursos y cuáles son los mecanismos? Esto podría generar un rompimiento a las expectativas de lo que se generó”. Diego Díaz profundizó, “en Chile estamos actualmente en un proceso de descentralización. Pasamos de una descentralización política -gobernadores elegidos por voto popular-, a una ley de descentralizaicón administrativa que es un poco confusa en término de las dos figuras que crea y lo poco claro de algunos límites”.

Los tres temas claves serán el ordenamiento territorial, fomento productivo y desarrollo social. “El Gobernador Regional va a tener que negociar con el Ejecutivo –a través del Delegado Presidencial- para que le puedan ser transferidas. Esto debiese ir acompañado de la creación de servicios nuevos y temas administrativos”, explicó Lagos Weber.

“En clases pudimos discutir respecto a la ley de descentralización fiscal que está pendiente. Estos nuevos gobiernos regionales necesitan presupuesto y eso cómo va a estar determinado. Podría terminar siendo un proceso centralizador”, agregó el profesor Díaz. Si bien el traspaso de las competencias en esas materias no está en la ley, se estima que en el mes de febrero o marzo el Gobierno debiese tener los reglamentos sobre este tema, aunque no lo ve reflejado en la discusión actual presupuestaria.

“Es un proceso que se nos viene y es muy complejo en términos políticos. Un Gobernador Regionales podría tener más legitimidad que el Gobierno central, más que el Presidente y es por eso que hay que legislar por ley de rentas regionales que no existe”, sostuvo el senador, aludiendo a la falta de claridad respecto a los recursos regionales que podrían ser administrados por el propio territorio. “Esto es un cambio brutal que tenemos en Chile, pero no está muy internalizado lo que vaya a ocurrir”, agregó el senador.

Si bien existe fondos regionales –como el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR)- en la actualidad no se han traspasado atributos a las regiones para administrar sus propios recursos.

“No es el momento para discutir tributos regionales, tributos como tal. Yo creo en transferencias establecidas, como por ejemplo porcentaje de producto, porcentaje del presupuesto, y que sea un presupuesto que no tenga que negociarse. Que vaya más allá del FDR”, dijo el senador, agregando que, “sería forzar al sistema, sería un cambio demasiado brusco”.

La región de Valparaíso cuenta con $72 mil millones de pesos del FNDR. “En el caso del tema portuario, exigir al menos un porcentaje de eso. No sé si la tributación es la más adecuada. Hay regiones que están menos dotadas que otras. Hay que evitar el tema tributo, de pedir impuestos por todo”, dijo.

Transantiago

En los últimos minutos de su charla, el senador Ricardo Lagos Weber se refirió a los recursos espejo del Transantiago asignados para regiones, planteándolo como otro de los problemas del centralismo de nuestro país, y que recibe más de mil millones de dólares.

“¿Qué se hace con los recursos espejo? En Santiago efectivamente se ocupa como subsidio para la tarifa. En regiones el 40% va para la tarifa -con suerte el 45%-, porque el resto financia alcantarillado, caletas pesqueras, consultorios ¿Y por qué lo estamos gastando desde los recursos espejos si por ejemplo la caleta pesquera les corresponde a obras públicas? Son recursos sectoriales”, explicó.

“¿Por qué se caen las licitaciones en regiones y no en Santiago? ¿Son más criteriosos o más profesionales en Santiago? Me cuesta defender esa tesis. En regiones no hay consultas ciudadanas, existe un gran contraste y frustración que es difícil avanzar”, concluyó.