La neumonía e infecciones urinarias estarían siendo más resistentes a los antibióticos
El frecuente y a veces excesivo uso de antibióticos en Chile hace que estos sean menos eficientes a la hora de combatir enfermedades infecciosas críticas. El estudio publicado en el Lancet Regional Health Americas, dirigido por el profesor Eduardo Undurraga, estima el aumento de las tasas de resistencia hospitalarias debido a esta causa.
Foto de CDC en Unsplash
Una tasa de resistencia a los antibióticos promedio de 28.5% en el país, con un aumento consistente en el tiempo, es lo que estimó la investigación “Trends and socioeconomic, demographic, and environmental factors associated with antimicrobial resistance: a longitudinal analysis in 39 hospitals in Chile 2008–2017”. Esto es relevante dado que la resistencia a los antibióticos se encuentra entre las amenazas para la salud mundial más críticas del siglo XXI. La medicina moderna depende de antibióticos efectivos para tratar y prevenir infecciones. La resistencia generada por el uso y abuso de los antibióticos puede generar mayor morbilidad y mortalidad, complica los tratamientos y, a menudo, resulta en hospitalizaciones prolongadas, lo que aumenta los costos de atención médica.
El estudio, publicado en The Lancet Regional Health Americas y financiado por el Centro de Políticas Públicas UC, incluye al profesor de la escuela de Gobierno UC Eduardo Undurraga, al investigador de la London School of Hygiene and Tropical Medicine, Kasim Allel, y otros investigadores de Universidad Católica, tales como Patricia García, Jaime Labarca, Camila Carvajal, José Munita de la Universidad del Desarrollo, y Marcela Cifuentes y Francisco Silva de la Universidad de Chile. El objetivo fue evaluar las tasas de resistencia a los antibióticos para bacterias de prioridad critica en hospitales en Chile, durante los años 2008 al 2017, así como los factores socioeconómicos, demográficos y ambientales a nivel comunitario asociados a esta resistencia.
Las bacterias asociadas a enfermedades como la neumonía (Klebsiella pneumoniae) y a la infección urinaria (Enterococcus faecium) tuvieron las mayores alzas en el tiempo. Esta resistencia a los antibióticos estaría asociada también a la mayor complejidad hospitalaria, al uso de antibióticos de alto espectro, y una infraestructura sanitaria deficiente en la comunidad.
“Los resultados observados destacan la importancia de estrategias integradas de programas de control de uso de antibióticos y prevención de infecciones en hospitales, así como también de mejoramiento de las condiciones materiales de vida de comunidades donde se produce parte de la transmisión de cepas resistentes. Es urgente comprender mejor la resistencia antimicrobiana en las comunidades y el ambiente, además de hospitales, para diseñar intervenciones más efectivas y evitar una catástrofe de salud pública” explica el investigador Kasim Allel.
Eduardo Undurraga agrega que el estudio utilizó múltiples datos, incluidos informes anuales de una red nacional de 39 hospitales públicos y privados dirigida por el Dr. Labarca, informes oficiales de vigilancia nacional del ISP y datos socioeconómicos, demográficos y ambientales de registros administrativos y encuestas nacionales. “Las estimaciones se basan en los pares críticos bacteria-antibiótico (OMS), agregados en base a informes recientes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (eCDC)”, explica.
Lee el estudio completo en la revista británica Lancet Regional Health Americas.