“No hay país en el mundo que se haya desarrollado con altos niveles de desigualdad”

28 de Marzo 2019

El director de la Escuela de Gobierno, Osvaldo Larrañaga, realizó una clase magistral sobre desigualdad en Sustentabilidad UC, curso que espera motivar a los alumnos de la universidad a hacerse cargo de la crisis socioambiental que vive el país y el mundo. En su exposición, agregó que “Chile es un país muy desigual en comparación con países de su mismo ingreso”.

Más de 100 alumnos de pregrado de la Universidad Católica decidieron optar este primer semestre 2019 por el curso de Sustentabilidad UC en campus San Joaquín, ramo interdisciplinario el cual pretende educar e interpelar a una generación de estudiantes sobre la urgencia de la crisis socioambiental que enfrentamos como sociedad, presentándoles algunas posibles soluciones o casos inspiradores. Los contenidos del curso se organizan en base a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluyendo temáticas como fin a la pobreza, igualdad de género y cambio climático.

En ese contexto es que se invitó a Osvaldo Larrañaga, director de la Escuela de Gobierno UC, a realizar una charla magistral sobre reducción de las desigualdades, producto de la vasta experiencia investigando sobre esta temática y tras la publicación del libro DESIGUALES DEL PNUD.

“No hay país que se haya desarrollado en el mundo con altos niveles de desigualdad”, sostuvo Osvaldo Larrañaga frente a los estudiantes que se encontraban en el Auditorio Luksic. Esto, tras mostrarles las cifras compiladas en el libro del PNUD sobre la desigualdad socioeconómica en Chile. En su presentación, explicó que el 1% más rico obtiene el 33% del ingreso total devengado, que incluye las utilidades retenidas en las empresas. El 0,1% más rico obtiene un 20% del ingreso total y el 90% de sus ingresos son utilidades retenidas.

Para ello, hizo el ejercicio de comparar la brecha salarial que existe entre profesionales en Chile con Suecia, donde los sueldos en el caso chileno mostraban grandes diferencias salariales, mientras que en el segundo la diferencia era más sutil.

“Chile es un país muy desigual en comparación con países de su mismo ingreso”, continuó Osvaldo Larrañaga. Estos problemas de la desigualdad pueden derivar desde diferentes dimensiones, como la segregación territorial, acceso al poder para influir sobre ciertas decisiones políticas, materialismo (cuanto quienes tienen más se sientan superiores como personas), posición social (relacionadas, por ejemplo, por el apellido), o cuando se consideran que las desigualdades son injustas (ilegítimas o arbitrarias en su origen, o bien son moralmente ofensivas en sus consecuencias).

La reflexión que se compartió con los alumnos fue ¿Hacia dónde se podrían orientar las políticas públicas para reducir la desigualdad? Si bien se mencionó puntos esenciales para ello, como la seguridad social, igualdad de oportunidades, acceso a bienes y servicios, integración social, limitantes para “comprar” el poder, institucionalidad laboral, entre otros, Larrañaga invitó a pensar en la economía política de la política pública. “Por ejemplo, en qué deberíamos pensar: en el sueldo mínimo o en sueldo máximo. Y por qué no mejor pensarlo en términos de impuesto. El impuesto a la renta lo que hace en la práctica regulando los sueldos más alto. Tenemos un instrumento que puede limitar estos sueldos”, explicó.

El director de la Escuela de Gobierno concluyó su presentación, enfatizando respecto a que el efecto de las políticas es muchas veces incierto, y se superponen sobre otros objetivos de política pública.